España

España tiene una historia larga y diversa. Ya en la Antigüedad, la península ibérica estaba habitada por distintos pueblos, como íberos, celtas y fenicios. En el siglo II a. C., el territorio pasó a formar parte del Imperio romano. Los romanos dejaron una red de caminos, ciudades, leyes y el latín, del que más tarde surgiría el español. Tras la caída del Imperio romano, llegaron pueblos germánicos, sobre todo los visigodos. En el año 711 comenzó el dominio musulmán, cuando tropas árabes y bereberes invadieron la península. La presencia musulmana, especialmente en el sur, duró varios siglos y dejó una fuerte huella cultural y científica. La llamada Reconquista —la recuperación cristiana del territorio— comenzó poco después y se prolongó hasta 1492. Ese año cayó el último reino musulmán, Granada, y España se unificó bajo los Reyes Católicos. 1492 es también el año en que Cristóbal Colón, al servicio de España, descubrió América. Esto dio origen a un enorme imperio colonial que convirtió a España en una potencia mundial en los siglos XVI y XVII. La llegada de oro y plata desde América fortaleció a la Corona, pero también creó desequilibrios económicos. En el siglo XVIII, la dinastía borbónica subió al trono e impulsó muchas reformas. Durante el siglo XIX, España sufrió inestabilidad política, guerras civiles y la pérdida de casi todas sus colonias. En 1931 se proclamó la Segunda República, pero en 1936 estalló una sangrienta guerra civil entre republicanos y nacionalistas. En 1939 el general Franco tomó el poder y gobernó como dictador hasta su muerte en 1975. Bajo su régimen se persiguió a los opositores, se censuró la prensa y se prohibieron lenguas regionales. Tras la muerte de Franco, España se convirtió en una monarquía parlamentaria con una constitución democrática en 1978. El rey Juan Carlos I tuvo un papel clave en la transición hacia la democracia. Desde entonces, España se ha estabilizado políticamente, es miembro de la UE y forma parte de la zona euro. Hoy el país es una democracia moderna con regiones autónomas y una gran riqueza cultural. La historia de España explica muchas de sus características actuales, como la importancia de las regiones o la diversidad lingüística. También muestra cómo los acontecimientos del pasado siguen influyendo en la identidad y la política de hoy.

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